Hubo
mucha dedicación y disciplina a medida
que Jaime continuaba envejeciendo, traía consigo noches y días de otras épocas,
por lo que fue un conmovedor avance obtener utilidades con visión y juicio. La
visión y juicio de los ciudadanos del más acá, algo tendré que decir al
respecto.
A
través de una pequeña oración al fragor de cielos abiertos al devenir humano,
en todas sus manifestaciones viscerales y racionales, desde el encantamiento
imprevisto de la comuna de Ovalle, nunca pudo esa noche entender las sutiles
tonterías, en primer lugar, porque al cuarto día supe cual era el paisaje
familiar de Los Vilos.